martes, 20 de enero de 2015

SÍNDROME DE REPOSO PROLONGADO

El reposo prolongado en cama, especialmente en ancianos produce múltiples cambios y complicaciones, puede suceder a cualquier edad, pero los ancianos son los que están en mayor riesgo de inmovilización por su declinación biológica normal.

Se define como inmovilismo el descenso de la capacidad para desempeñar actividades para la vida diaria por deterioro de las funciones motoras.


El síndrome de inmovilización se da en una persona, que solía ser independiente en sus AVD’s, como consecuencia de la inactividad prolongada y permanencia en cama, independientemente de la enfermedad que lo haya llevado a ese estado. 
El síndrome de inmovilización es  la suma de los daños que aparecen en el organismo como consecuencia de la falta de movimiento

Que consecuencias provoca la inmovilizacin prolongada?
Las consecuencias del síndrome de inmovilización son:
  • limitación marcada de la motilidad
  • disminución de la sensibilidad propioceptiva
  • pérdida del esquema corporal y de los esquemas motores
  • trastornos de equilibrio
  • contracturas musculares
  • amiotrofia
  • retracciones tendinosas, rigidez y anquilosis articular.
  • Desmineralización ósea (osteoporosis) 
  • relajación de esfínteres o pérdida del control de esfinteres
  • úlceras por decúbito
  • estasis pulmonar
  • anorexia con su consecuente desnutrición
  • caquexia. 
  • deterioro mental progresivo
3 semanas de inmovilizción significan la pérdida del 50% de la masa muscular y 8 semanas la perdida del 16% de la masa ósea.
Esta inmovilidad  se acompaña de cambios metabólicos importantes como la pérdida progresiva de nitrógeno ureico de 2 a 12 gramos al día, también hay  pérdida de calcio de hasta 4 gramos al día y balance negativo de sodio, potasio y fósforo.

Luego de 8 semanas de inmovilidad se desarrolla intolerancia a carbohidratos y y el riesgo para desarrollar trombosis venosa profundaes mayor, asi como para desarrollar  hipotensión ortostática, úlceras de presión y anquilosis articular por pérdida de agua, glucosaminoglicanos y aumento en la degradación y síntesis de colágeno periarticular.

Terapia Física en el síndrome de inmovilización
Esta ha de ser precoz y si es posible varias veces al día, realizando sesiones cortas tomando en cuenta la condición del paciente.

La valoración inicial del paciente debe ser completa, minuciosa y rigurosa, ya que se debe conocer con claridad el estado del paciente para saber cómo intervenir sin mayores riesgos y además, poder valorar mejor el avance del mismo.

Las sesiones terapéuticas en el síndrome de inmovilización incluyen:
  • Estimulación del paciente, entablar conversación, preguntarle el nombre decirle la fecha, hablarle de un tema que le guste, buscar siempre  el dialogo. 
  • Movilizaciones pasivas para aumentar poco a poco el RAM (rango de movilidad articular).
  • Movilizaciones activas asistidas para tonificación de los músculos buscando trabajar con tronco, 4 extremidades y en casos extremos control de cabeza.
  • Ejercicios progresivos de incorporación, traslación, cambios de posición de decúbito lateral, supino, prono.
  • Ejercicios para recuperar el buen equilibrio en sedente.
  • Ejercicios para el equilibrio en bipedestación.
·         Reeducación de la marcha


  • Ejercicios respiratorios
  • Fortalecimiento de músculos antigravitatorios.

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