El reposo prolongado en cama, especialmente en ancianos
produce múltiples cambios y complicaciones, puede suceder a cualquier edad,
pero los ancianos son los que están en mayor riesgo de inmovilización por su
declinación biológica normal.
Se define como inmovilismo el descenso de la capacidad para desempeñar actividades para la vida diaria por deterioro de las funciones motoras.
Se define como inmovilismo el descenso de la capacidad para desempeñar actividades para la vida diaria por deterioro de las funciones motoras.
El síndrome de inmovilización se da en una persona, que solía ser independiente en sus AVD’s, como consecuencia de la inactividad prolongada y permanencia en cama, independientemente de la enfermedad que lo haya llevado a ese estado.
El síndrome de inmovilización es la suma de los
daños que aparecen en el organismo como consecuencia de la falta de movimiento
Las consecuencias del síndrome de inmovilización son:
- limitación
marcada de la motilidad
- disminución
de la sensibilidad propioceptiva
- pérdida
del esquema corporal y de los esquemas motores
- trastornos
de equilibrio
- contracturas
musculares
- amiotrofia
- retracciones
tendinosas, rigidez y anquilosis articular.
- Desmineralización
ósea (osteoporosis)
- relajación
de esfínteres o pérdida del control de esfinteres
- úlceras
por decúbito
- estasis
pulmonar
- anorexia
con su consecuente desnutrición
- caquexia.
- deterioro
mental progresivo
3 semanas de inmovilizción significan la pérdida del 50%
de la masa muscular y 8 semanas la perdida del 16% de la masa ósea.
Esta inmovilidad se acompaña de cambios metabólicos
importantes como la pérdida progresiva de nitrógeno ureico de 2 a 12 gramos al
día, también hay pérdida de calcio de hasta 4 gramos al día y balance
negativo de sodio, potasio y fósforo.
Luego de 8 semanas de inmovilidad se desarrolla intolerancia a carbohidratos y y el riesgo para desarrollar trombosis venosa profundaes mayor, asi como para desarrollar hipotensión ortostática, úlceras de presión y anquilosis articular por pérdida de agua, glucosaminoglicanos y aumento en la degradación y síntesis de colágeno periarticular.
Terapia Física en el síndrome de inmovilización
Luego de 8 semanas de inmovilidad se desarrolla intolerancia a carbohidratos y y el riesgo para desarrollar trombosis venosa profundaes mayor, asi como para desarrollar hipotensión ortostática, úlceras de presión y anquilosis articular por pérdida de agua, glucosaminoglicanos y aumento en la degradación y síntesis de colágeno periarticular.
Terapia Física en el síndrome de inmovilización
Esta ha de ser precoz y si es posible varias veces al día,
realizando sesiones cortas tomando en cuenta la condición del paciente.
La valoración inicial del paciente debe ser completa, minuciosa y rigurosa, ya que se debe conocer con claridad el estado del paciente para saber cómo intervenir sin mayores riesgos y además, poder valorar mejor el avance del mismo.
Las sesiones terapéuticas en el síndrome de inmovilización incluyen:
La valoración inicial del paciente debe ser completa, minuciosa y rigurosa, ya que se debe conocer con claridad el estado del paciente para saber cómo intervenir sin mayores riesgos y además, poder valorar mejor el avance del mismo.
Las sesiones terapéuticas en el síndrome de inmovilización incluyen:
- Estimulación
del paciente, entablar conversación, preguntarle el nombre decirle la
fecha, hablarle de un tema que le guste, buscar siempre el dialogo.
- Movilizaciones
pasivas para aumentar poco a poco el RAM (rango de movilidad
articular).
- Movilizaciones
activas asistidas para tonificación de los músculos buscando
trabajar con tronco, 4 extremidades y en casos extremos control de cabeza.
- Ejercicios progresivos de incorporación, traslación, cambios de posición de decúbito lateral, supino, prono.
- Ejercicios
para recuperar el buen equilibrio en sedente.
- Ejercicios
para el equilibrio en bipedestación.
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- Ejercicios
respiratorios
- Fortalecimiento
de músculos antigravitatorios.
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